Resistència i vida (7): Jodido virus reaccionario + Las sirenas del Cantábrico VII

JODIDO VIRUS REACCIONARIO

Advertencia: Esta parte no está escrita para niños, es para adultos. A los niños hay que decirles que esta situación es transitoria, que pasará, que resistiremos, cantarles cancioncillas ñoñas para entretener el encierro. Pero no traten a los adultos como niños. La infantilización es un medio muy usado por el poder para alienar y someter a la población.

Este virus es una mierda. Ha conseguido que debamos renunciar a los abrazos, los besos, al contacto físico, al sexo real, a los conciertos, a las fiestas, a las celebraciones colectivas. Pero más importante que eso, nos quiere hacer renunciar a la revolución.

La revolución se hace en la calle, juntos, imponiendo colectivamente una nueva realidad social. “La revolución no será televisada”, viejo lema – canción de Gil Scott-Heron. Es un axioma que parece viejo. Ahora lo que no “pasa” en la televisión (o en Internet, o en las redes sociales), parece que no “existe”. No es cierto, lo real sucede en la calle, es físico. Lo demás es transmisión. La revolución puede ser transmitida, pero no puede ser virtual. No se puede teletrabajar una revolución.

Grupos de fanáticos supremacistas blancos salen a la calle en los Estados Unidos para reivindicar su derecho a hacer libremente lo que les venga en gana. ¿Ellos sí? Pues sí, la reacción jaleada por su presidente sí puede hacer lo que todos deseamos. Mientras, los “buenos” disciplinadamente nos quedamos encerrados en casita “resistiendo”.

La reacción liberada y tomando la calle. La conciencia social colectiva progresista, encerrada en casa con un solo juguete electrónico.

Al fin, resulta que Charlton Heston era un facha supremacista humano y los simios, disciplinados colectiva y socialmente, eran los revolucionarios que terminaron con el neoliberalismo (la estatua de la Libertad individual). Como dice el primer simio hablante al llegar al bosque donde organizará su revolución, “Cesar is home”.

Ojo, no se confíen. Tendremos bajas por el camino, pero nos curaremos, saldremos a la calle, veremos el panorama desolador y volveremos a encontrarnos.

Los simios unidos jamás serán vencidos.

LAS SIRENAS DEL CANTÁBRICO

VII

 

Una noche, la más joven de las sirenas aventureras se alejará de sus compañeras, emergerá del mar y se acercará al mundo de los humanos.

La líder del grupo les había advertido sobre la cercanía de la costa y el peligro del contacto con los humanos. Recordaba los consejos de su madre, su abuela y las sirenas mayores y también su propia experiencia. Les relataba que aquel caminante, el payaso que se lanzó al mar atraído por ella, era un tipo simpático aún sin disfraz, pero la mayoría de humanos eran indiferentes, cuando no hostiles a las sirenas. Ya muy pocos apreciaban su canto y su compañía.

Los consejos de la sirena líder habían excitado aún más la curiosidad de algunas jóvenes como Parténope, que aquella noche avanzará por la playa hacia las luces de un pueblo de pescadores en la costa.

Se acercará a una casa y se asomará a la ventana. Parténope tenía un rostro bellísimo y un cuerpo esbelto rematado por una hermosa cola de sirena que era la envidia de sus amigas. Desde la ventana verá un joven dormitando en su lecho. La sirena lo encontrará muy bello, con sus ojos azules destacando en un rostro quemado por el Sol, su barba desaliñada y sus brazos grandes y fuertes.

La joven sirena iniciará suavemente uno de sus bellos cantos, medio escondida en la oscuridad. El joven pescador la oirá, se asomará a la ventana y descubrirá a la sirena. Era uno de los pocos que sí oían y veían a las sirenas como bellas mujeres. La sirena sonreirá asombrada cuando él le diga: “Acércate, no tengas miedo. Pasa y caliéntate a mi lado”. El pescador la besará con dulzura y la atraerá hacia su cama.

Parténope responderá a las caricias suaves pero firmes del joven y se fundirán en un abrazo eterno sobre el lecho.

La puerta de la habitación se abrirá y aparecerá una mujer chillando de horror: “Hijo mío, ¿qué es este monstruo marino que te está devorando?”. Donde yace la joven sirena, la mujer verá sólo un espantoso monstruo que está devorando los labios, los brazos, el pecho de su hijo. De un rincón de la habitación, la mujer asirá un arpón de ballenero y lo lanzará contra la sirena, atravesando su pecho.

El joven pescador sostendrá desesperado a su amada sirena gritando: “Madre, ¿qué has hecho?” y tratará de arrancar el arpón del pecho de la sirena, que chillará de dolor. Cuando consiga sacarlo, podrá ver una profunda herida en su delicado cuerpo.

Parténope, malherida, saldrá trastabillando de la casa huyendo en dirección al mar, dejando a su paso un rastro rojo de sangre en el camino.

Barcelona, 19 de abril de 2020

 

Resistència i vida 6: Necesitamos vino + Las sirenas del Cantábrico VI

«NECESITAMOS VINO»

Una señora sale al balcón con una pancarta «Necesitamos vino».

¿De qué sirve el vino? ¿Sirve para salvar vidas? No… bueno, quizás. Ahora sólo sirve lo que salva vidas, aquello que nos protege y nos cura de esta enfermedad… Y, sin embargo, quiero una copa de buen vino.

¿De qué sirve la cultura? La cultura no es un respirador. Y ahora necesito un respirador. Sólo sirve el eterno bufón. Shakespeare es un estúpido meme de 30 segundos. Beethoven es mi vecino tocando tres acordes con una guitarra desafinada… Y, sin embargo, anoche vi en mi ordenador un concierto de David Bowie en Nueva York.

¿De qué sirve el pintalabios? Todos llevan mascarilla. Necesito una mascarilla. Mis labios no van a besar en algún tiempo, mi aliento no va a mezclarse con otro aliento… Y, sin embargo, me ducho, me perfumo y me visto con mi mejor camisa.

¿De qué sirve el Parlamento? El debate político no desinfecta una residencia de ancianos. Los ancianos necesitan el traslado a un entorno limpio. Los soldados rusos y los policías chinos desinfectan mejor que un senador… Y, sin embargo, opino que el presidente de los Estados Unidos debe ser destituido por racista y clasista, sea o no un inepto.

LAS SIRENAS DEL CANTÁBRICO

VI

CITAS DE SIRENAS

“Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.”  Gustave Flaubert

“Circe me tomó de la mano y me hizo sentar lejos de mis compañeros y, echándose a mi lado, me preguntó detalladamente. Yo le conté todo como correspondía y entonces me dijo la soberana Circe:
Escucha ahora tú lo que voy a decirte y lo recordará después el dios mismo: Primero llegarás a las Sirenas, las que hechizan a todos los hombres que se acercan a ellas. Quien acerca su nave sin saberlo y escucha la voz de las Sirenas ya nunca se verá rodeado de su esposa y tiernos hijos, llenos de alegría porque ha vuelto a casa; antes bien, lo hechizan éstas con su sonoro canto sentadas en un prado donde las rodea un gran montón de huesos humanos putrefactos, cubiertos de piel seca. […]” Circe a Ulises en “La Odisea” de Homero

“Y luego entra en escena un hombre de verdad, fuerte hasta el extremo de la debilidad, que cae víctima de sus encantos de sirena y olvida los lazos del hogar, los resultados normales, gozar la sonrisa de la amada.” «Ulises» (1922), James Joyce

“Un consejo, señor, no se acerque nunca al lago… Y sobre todo, tápese los oídos si oye cantar la voz bajo el agua… la voz de la sirena.” «El fantasma de la ópera» (1910), Gastón Leroux

“Vio cómo la niña aparecía entre los montones de libros como una sirena emergiendo de un mar de papel” Brian Selznick

“Y es que, en cuestión de mujeres, a veces oyes canto de sirena y te sale loba de mar.” «La Reina del Sur» (2002), Arturo Pérez-Reverte

«Entonces mi corazón deseó escucharlas y ordené a mis compañeros que me soltaran haciéndoles señas con mis cejas , pero ellos se echaron hacia delante y remaban , y luego se levantaron Perimedes y Euríloco  y me ataron con más cuerdas, apretándome todavía más». Ulises en “La Odisea” de Homero

“Cuenta la leyenda que la sirena Mariña fue encontrada en la playa por el caballero don Froilaz, que enseguida descubrió que era muda, la hizo su esposa y fruto de aquella relación nació Mariño. Preocupado por la mudez de su mujer, don Froilaz confió su pesar al abad, y éste le aconsejó que le provocara una fuerte emoción que pudiera devolverle el habla. El noble encendió entonces una hoguera y en un momento en el que Mariña se acercó con su hijo en brazos se lo arrebató y simuló echarlo al fuego, lo que causó la reacción esperada, y Mariña pronunció su primer sonido.” Leyenda popular de la isla de Sálvora, Edurne Baines

 “Pero por supuesto, no puede ser ella. Se la llevó el mar. Se la llevaron ellos. O, más bien, entró en el agua por voluntad propia, buscando una forma de acabar con el sufrimiento. A pesar de que nos tenía a Sytse, a papá y a mí. No éramos bastante para que se resistiera a la llamada de los nixen. El seductor sonido de la feliz libertad”. “El sonido de las sirenas. Historias de Skylge”, Jen Minkman

Barcelona, 10 de abril de 2020

PS: Anoche sólo me apetecía rock and roll. Directo al cuerpo, sentirme parte de un concierto vibrando con otros miles de cuerpos. Encontré esta joya.

Resistència i vida 5: Encerrados con un solo juguete + Las sirenas del Cantábrico V

Primero hay que prevenir y curar. Parar el virus. Pero es inevitable reflexionar sobre cambios que se están produciendo y van a instalarse en nuestras vidas.

«Es sencillo: La salida es un cierto comunismo o una cierta barbarie». Slavoj Zizek, Pandemic (2020). No es una cita literal, es un titular a lo Zizek, en versión propia.

«Encerrados en la habitación con un solo juguete«, decía Juan Marsé. Media humanidad está encerrada o en la calle sin ningún juguete, pero podemos aceptar la metáfora.

Voces hay que defienden este encierro por sus cualidades introspectivas, quizá creativas y por aumentar una supuesta independencia del individuo. Avalan el «teletrabajo» como una mejora de su vida privada. ¿Olvidamos que el «teletrabajo» masivamente quiere decir «teleparo»? Quizá no queremos ver una «telepobreza», que a algunos les ha quedado definitivamente oculta entre las calles semidesiertas de las ciudades.

¿Sálvese quien pueda? Ese es el camino de salida hacia la barbarie. ¿Será el camino del neoliberalismo anglosajón hegemónico?

Ese camino se ha demostrado muy frágil ante esta crisis «inesperada». No tenía ningún stock de material de prevención, ha dejado la producción en otras manos, hace décadas que la producción ya no es el centro económico del capitalismo, sino el consumo. De pronto, la producción propia de bienes de primera necesidad vuelve a ser más importante que el consumo. Tenemos que importar respiradores y mascarillas de las fábricas chinas.  Redescubrimos la importancia del tejido productivo.

El otro camino pone el bien común por delante de lo individual. Es el camino de un cierto comunismo. ¿No es socializar poner a Seat, Renault, Ford, los emblemas de la industria, a producir material sanitario con el Estado como único cliente? ¿ Qué haremos con las residencias de ancianos, hasta hoy en manos privadas? Se trata de organizarse para salir adelante. Recuperar la calle, los espacios de socialización.

En todo caso, son preguntas más que respuestas. Es la exposición de una dialéctica que va a pesar en nuestro futuro más cercano.

LAS SIRENAS DEL CANTÁBRICO 

V

La tarde siguiente, las sirenas aventureras nadarán en su rincón favorito, en la punta norte del Norte.

Verán aproximarse un día más al caminante casi ex – payaso, con rostro grave. Las sirenas comprenderán que deben observarlo a distancia.

El caminante casi ex – payaso se acercará esta vez hasta el último punto accesible para los humanos, el más al norte del Norte. No se echará hacia atrás. Esta vez no sentirá ningún vértigo. Se agachará y tomará un pequeño guijarro; grabará en él algunas letras. Lo besará hasta tres veces, lo apretará fuerte contra su corazón y lo lanzará hacia el agua.

Las sirenas le verán enviar varios besos hacia el agua y agitar los brazos en señal de despedida mientras pronuncia unas frases que el estruendo de las olas sepultará.

Su expresión seria cambiará de pronto, dibujando una amplia sonrisa que iluminará su rostro.

Lanzará con decisión al agua la nariz de payaso, el último vestigio de su disfraz.

El caminante ya ex – payaso dirigirá un saludo de respeto a las sirenas y se marchará de vuelta por el sendero, sin volver la vista atrás.

Las sirenas aventureras, después de despedirle, seguirán un rato la pista del pequeño guijarro que navegará quizá en dirección a aquel lugar lejano que el caminante había soñado un día alcanzar al otro lado del océano. Una sirena hasta podrá leer a través del agua algunas de las letras inscritas en la piedra: “M…, te quiero”.

De pronto, el eco de los acantilados devolverá a las sirenas las palabras que había declamado, entre furioso y tierno, el caminante ex – payaso: “Mírame a los ojos. Puse todo el hilo en el carrete. Todo el que tengo”

Barcelona, 5 de abril de 2020
PD: Aute murió ayer. Como todas las emisoras de radio han emitido sus «obras mayores» (Al alba, La belleza, Sin tu latido, Cine), copio aquí una pequeña joyita menor epicúrea: «Slowly», con Christina Rosenvinge:

 

 

 

Resistència i vida 4: ¿Sueñan los coronavirus con dominar el mundo? + La sirenas del Cantábrico IV

¿SUEÑAN LOS CORONAVIRUS CON DOMINAR EL MUNDO?

«Las salamandras no se distinguen unas de otras por la lengua, opiniones, religión ni exigencias de la vida (…) Formarán una nación con un nivel, un mundo mejor y más perfecto que el nuestro. Será un poderoso y feliz Nuevo Mundo.»   

          Karel Capek, «La guerra de las salamandras»

Nota: puede ser una lectura inapropiada para aquellas personas que tengan algún familiar o amigo fallecido o en situación grave por la enfermedad. El tono es irónico y respetuoso, por supuesto.

La epidemia se extiende por el mundo. El coronavirus se reproduce, muta y parece un ejército dispuesto a colonizar cuerpos. «First we take Manhattan, then we take Berlín». De China a Italia, España, Francia, EUA.

¿Son los virus como las salamandras que Karel Capek imaginó en 1936, que pasan de ser explotadas para proporcionar perlas con que comerciar a los humanos a desarrollar inteligencia colectiva para conquistar el mundo y acabar con el género humano?

Un conocimiento biológico básico dice que, en cierto modo, puede que sí. Pero en otro no. Los virus que colonizan un cuerpo mueren con él. Si son muy beligerantes, mortíferos, se suicidan colectivamente. Los virus más dañinos son los menos abundantes.

Su estrategia es destructiva. No tienen ningún plan de construcción de un nuevo mundo, sólo extinguir el existente. No son seres vivos en sentido estricto.

Al virus debemos combatirlo con medidas médicas y de higiene. Entenderlo para vencerlo si habita nuestro cuerpo. El virus se instala y se reproduce, utiliza nuestro  cuerpo como receptáculo, para luego aniquilarlo, como una mantis asesina.

Los que ansían dominar el mundo son otros, las salamandras inteligentes, ésas que odian nuestros cuerpos, ésas a las que molesta nuestra presencia orgánica, corpórea, física.

MIRARNOS A LOS OJOS, SIN PANTALLAS NEGRAS DE POR MEDIO

BLACK MIRROR

Me gusta mirar a los ojos mientras escucho, mientras hablo. Ahora sólo puedo hacerlo con pantallas negras de por medio. A través de la pantalla, la luz de tus ojos se pierde, es traidora, no percibo bien si ríes o si lloras, sólo puedo imaginar, sugerir.

Quizá a distancia te ame pero cuando me toques te odie. Quizá a distancia me eres indiferente pero con el roce te ame. Lo virtual no es real. Lo real puede desvirtuarse.

LAS SIRENAS DEL CANTÁBRICO

IV

Aquella tarde, el caminante aún payaso dirigirá sus pasos hacia la punta más al Norte de su territorio conocido. Será su segunda vez en Estaca de Bares.

Allí donde había encontrado su lugar creado, forjado entre las brumas de un pasado imaginario perdido en su memoria.

Se sentirá cómodo, a gusto, rodeado de gente amable.

Paseará en solitario hacia la punta del cabo. Allí donde le habían contado que las sirenas se acercan en la pleamar.

Las sirenas esquivan los puertos y las playas en calma. Necesitan agua brava y profundidad para sus nados y para ocultarse de los peligros de la tierra firme.

El caminante aún payaso detectará poco movimiento en el agua. Quizá será la hora de descanso de las sirenas.

Se acercará al último cantil ya muy cercano al agua y no demasiado alto. Pero sentirá vértigo, Recordará el primer contacto con “su” sirena aventurera y se echará hacia atrás. Le llegarán tímidos cánticos puede que deseando la aproximación, otra vez la llamada de las sirenas.

Pero se volteará, sentirá el peligro no solo por él. Una niña viene corriendo alegre por la estrecha senda entre los acantilados y él la protegerá de una caída improbable hasta que llegue su madre para tomarla de la mano.

Regresará hacia atrás por la senda, alejándose de los cánticos de las sirenas, quizá decepcionadas, quizá comprensivas.

Se alejará de la punta del saliente. Divisará un sendero que baja entre las rocas hacia el mar y recapacitará sobre sus pasos anteriores. “Quiero acercarme a las sirenas, pero no quiero ahogarme”. Se acercará lo más posible al agua, volverá a oír algunos cánticos suaves y extenderá sus brazos hacia el mar. Saludará, mandando un beso, a las sirenas aventureras. Ya no será el beso cálido de ansiedad vital de su primer encuentro entre las aguas. Ahora será una señal de cariño, de amistad, desde la tierra hacia el mar. Una balada tranquila, con aires de alalá, responderá a su saludo.

El caminante, casi ex – payaso, retomará el sendero alejándose del mar, pausado y reflexivo, pensando que ha empezado a comprender a las sirenas… y a él mismo.

Barcelona, 29 de marzo de 2020 (14 días de cuarentena)

Anda, hoy no hay música añadida?. Va, venga. La mejor versión de «Dreams», los sueños de Dolores que siempre fueron «never quiet as it seems» (nunca tan tranquilos como parecen)

A saltar y bailar se ha dicho..

 

Resistència i vida 3: Tele-trabajo, tele-visión, ciber-sexo + Las sirenas del Cantábrico (3)

TELE-TRABAJO, TELE-VISIÓN, CIBER-SEXO

“LA REVOLUCIÓN NO SERÁ TELEVISADA”

“No serás capaz de quedarte en tu casa, hermano.
No serás capaz de conectar, encender y escurrir el bulto.
No serás capaz de alucinar con el caballo y
saltar a por la cerveza durante los comerciales,
Debido a que la revolución no será televisada.”

(Gil Scott-Heron)

Ahora hay que quedarse en casa. Pero, en cuanto podamos, hay que salir a las calles y las plazas.

Tele-trabajo: trabajo a distancia de las instalaciones de la compañía. Tele-sexo: sexo a distancia. Tele-visión: transmisión de imágenes a distancia.

De una revista de izquierda francesa: “Teletrabajo es los ricos en casa y los pobres en el frente”.

Se equivocan, ahora nos han mandado a todos a casa… a cuidarnos. Y es cierto. Hay que quedarse en casa. HAY QUE QUEDARSE EN CASA. Primero, la vida. Luego, con vida, todo lo demás.

Pero algo quedará cuando salgamos del encierro. ¿El tele-trabajo no será para lo que antes se llamaba “aristocracia obrera” o para explotadores y explotados de lujo? Uff, qué antiguo.

Si tuviste la “suerte” de currar en un supermercado, o manejando una furgona, o llevando paquetes en la moto, al frente, a la calle, así te contagies.

Si currabas en un bar, o en un hotel haciendo habitaciones, a tu casa, pero sin un céntimo. Nada de tele-trabajo, aún no se ha inventado servir copas, cambiar sábanas a distancia. ¿Lo harán máquinas? No estamos lejos.

¿Alienación a distancia? Los que mandan dan instrucciones a través de una pantalla, cada vez más alejados. Orwell, Black Mirror? De momento ahí estamos, aislados, conectados a una máquina, más o menos “interactiva”.

Nuestros cuerpos. Hasta hace un mes, todo era culto al cuerpo, a la belleza. Aderezos por aquí, pinturas por allá, la industria del cuidado personal andaba viento en popa. Todo se fue con el huracán*. El cuerpo importa menos que la velocidad de conexión a la máquina.

Homenaje a los muertos. Famosos o conocidos, como el músico africano Manu Dibango,  o anónimos, como médicos, enfermeras y ancianos. Tantos ancianos muertos en residencias. Triste y cruel.

Pese a todo, ya es primavera. Resistencia y vida. Saldremos adelante. Este verano caminaremos bajo el Sol por una playa hasta llegar a un pequeño café donde conversar y compartir la vida.

LAS SIRENAS DEL CANTÁBRICO

Ill

El payaso caminante llegará a un puerto de pescadores, al fondo de la ría, muy tranquilo y con las aguas remansadas.

Allí no habrá a primera vista ni rastro del grupo de sirenas que le había seguido desde el mar durante un buen trecho de su viaje.

El payaso caminante se sentirá bien, en calma. No añorará demasiado aquella turbulencia de oleajes donde, a distancia, escuchaba los cantos alegres de las sirenas.

Sin embargo…

Sin embargo, el caminante payaso se sorprendía cada día escuchando al grupo de sirenas que le acompañaba en su viaje. Las buscaba entre las rocas, los arrecifes, en algún islote. Y siempre salían a la superficie: parecían disfrutar entre las olas, cuanto más bravas mejor, como lo haría un “surfero”. O no, distinto. Los surferos atacan las olas con sus tablas, las “perforan”. Las sirenas habitan las olas, las comprenden, ajustan sus movimientos a ellas. Donde cualquier humano sucumbiría, ellas se acomodan, bailan gráciles en las olas en una danza sincopada de espuma blanca y azul intenso.

El caminante payaso dudará. Una vez, se lanzó al mar en pos de una sirena y casi se ahoga. Sólo le salvaron sus besos intensos sobre la roca. Había sentido el peligro mortal de la fascinación por las sirenas. Pero algo le seguirá atrayendo con gran fuerza. Le parecerá que la vida verdadera ocurre entre las olas y las rocas, allí donde un ser humano no puede sobrevivir.

Allí donde se vive de verdad, la muerte acecha. “Un instante sublime de vida a cambio del resto de tu vida”. ¿Será éste el lema inexorable de la relación entre un humano y una sirena? ¿O el payaso deberá perder su máscara para comprender a la sirena? ¿O la sirena requerirá una metamorfosis a mujer para comprender al payaso-caminante?

El caminante payaso hundirá sus reflexiones en cerveza, mientras las sirenas dormirán esperando una nueva pleamar.

Barcelona, 27 de marzo de 2020

* «Todo se fue con el huracán» (Enrique Bunbury, «Lady Blue»)

 

Resistència i vida 2: Como la Edad Media, pero con Wifi?

Lucía Bosé, muerta ayer. Decía que había que abrazar a los árboles. «La gran mayoría son mayores que nosotros y más sabios»

 

¿COMO LA EDAD MEDIA PERO CON WIFI?

Lo dice Jorge Valdano en un artículo: “Esto es como la Edad Media pero con Wifi”. No sé, no sé, pero si lo dice el futbolista filósofo…

Desde mi ventana, veo a una mujer limpiando su terraza, afanándose con los barrotes. Otra mujer, ésta mayor, sale a su balcón, mira en todas direcciones, escrutando 180 grados de calle. En un punto se cruza con mi rostro asomado a la ventana. La saludo, sonríe y me lo devuelve. Complicidad a distancia.

Una semana de encierro, aislados pero conectados. Conectados a las máquinas que nos conectan con otros seres humanos. Sin contacto. Sin cuerpo. El cuerpo siempre fue peligroso. Que no nos roben nuestros cuerpos cuando esto termine. Que no piensen que pueden prescindir de nuestros cuerpos, de nuestra realidad física. Que los grandes empresarios no hagan realidad su sueño y prescindan ya del todo de personas en las naves industriales, de seres humanos sentados en sus oficinas. Esos que les molestan, que les sobran.

Habrá que estar vigilantes. Ojalá todas estas corrientes de solidaridad se hagan redes corpóreas, reales, que enfrenten al individualismo y recuperen lo público, lo colectivo.

Cuando salgamos de ésta, habrá que abrazarse mucho. Acariciarse, bailar, bailar pegados. Cuidar, usar y disfrutar de nuestros cuerpos.

Una noticia positiva. Nuestros compañeros del hospital Moisés Broggi frente a TV3, las enfermeras, todo el personal sanitario, podrán descansar en un hotel cercano, sin tener que exponer a sus familias al contagio al volver a casa. Una historia cercana y compartida, aunque su tarea es mucho más dura.

Qué ganas de volver a caminar por los acantilados, sintiendo cerca el mar, la mar…

 

LAS SIRENAS DEL CANTÁBRICO

II

Un día, una sirena partirá de la mar Mediterránea en busca de otros mares distintos. Buscando aventuras, quizá un mar más bravío.

Le gusta acercarse a la costa, pone rumbo al Norte por el Atlántico y sigue hacia el Cantábrico. Ama especialmente el lugar donde se juntan el océano y el mar, “allí donde muere un mar y comienza un océano”, entre Cabo Ortegal y Estaca de Bares.

Allí fue donde un día que se acercó a la costa, conoció al payaso caminante. Aquel episodio la conmovió y, por un tiempo, regresó a su hogar.

La sirena contó sus andanzas a sus amigas. Y entre ellas cundió la sed de aventuras. Así que planearon un nuevo viaje al Cantábrico.

Una mañana, el grupo de sirenas aventureras alcanzará la punta de Morás, más allá de Viveiro rumbo al Este.

De repente, ella lo volverá a ver. En un mirador, asomado al acantilado, de nuevo el payaso caminante. Lo reconocerá aunque luzca un poco más viejo y, aun siendo el mismo, ya no llevará completo el disfraz de payaso. Quedarán algunos detalles, la nariz inconfundible, un gorrito, pero el maquillaje blanco ya no empolvará su rostro.

La sirena se pondrá muy contenta y avisará a sus amigas. Empezarán a cantar con su voz más dulce para saludar al payaso caminante.

"Ella evitaba las miradas
Y se sentó lejos de mí
Preguntaba sin palabras
Adivinó mi porvenir."   Coque Malla

 

Barcelona, 23 de marzo de 2020

Resistència i vida 1. Un día una sirena se acercará a la costa

Petita intro

I ara que estem tancats a casa… Potser és hora de tornar a escriure. Si algú encara llegeix aquest blog tancat fa uns anys, ara hi vull donar un gir total. Si vaig escriure el diari de l’ERO a TV3, si he fet alguns petits articles sindicals o polítics, algun més de reflexió filosòfica, qui sap si literària, aquests dies vull fer altres coses.

Des d’una habitació, sol, assegut davant l’ordinador, mirant per la finestra, escriuré alguna nota sobre la realitat, LA REALITAT que ens ha entrat per la porta de casa i, al mateix temps, aniré desenvolupant un relat que vaig començar l’estiu passat. És una espècie de conte. Els contes sempre parlen en passat o en present, reals o ficcions, són un relat des del record de coses que han passat o haurien passat en la imaginació. Aquest es projecta cap al futur. Un futur on tot retornarà… o no?

Advertiments d’entrada: el relat / conte està escrit en espanyol. Ni vull ni crec que hagi de justificar-me. Va sortir així a l’inici i així vull continuar. Per raons molt personals. Qui no vulgui seguir llegint, que ho deixi.

Doncs estem tots tancats a casa. A distància. Sense tocar-nos si estem sols i només sortim al carrer a fer alguna compra. Sense contacte físic, corporal. Cossos aïllats connectats a màquines. Quan podrem tornar a abraçar-nos? A besar-nos? Qui ho sap?
De moment, resistència i vida

Estamos encerrados en casa. A distancia. Sin tocarnos, si estamos solos y salimos a la calle únicamente para pequeñas compras. Sin contacto físico, corporal. Cuerpos aislados conectados a máquinas, conectados a través de máquinas. ¿Cuándo podremos volver a abrazarnos? ¿A besarnos? ¿Quién lo sabe?

RESISTENCIA Y VIDA

Barcelona, 21 de marzo de 2020

1

CABO ORTEGAL

Un día, una sirena se acercará a la costa, a unos acantilados desde donde divisará algunos humanos arriba en un saliente.

Un día, un payaso se asomará al acantilado y verá a la sirena.

Un día, la sirena saludará al payaso con una sonrisa y un dulce cántico.

El payaso, atraído por la sirena, se lanzará al mar sin oírla gritar: “Loco, quédate con los tuyos”.

El payaso caerá al agua con fuerza y se hundirá hacia la profundidad mientras la sirena se lanzará desde las rocas en su busca.

Metros y metros bajo la superficie, la sirena alcanzará a ver el cuerpo del payaso ahogándose ya casi sin aire. Nadará ágilmente y sujetará con fuerza aquel cuerpo inane. Más y más deprisa nadará la sirena hacia la superficie arrastrando el cuerpo del payaso.

Conseguirá acercase a las rocas y, como pueda, la sirena tenderá el cuerpo del hombre, despegará sus labios y empezará a insuflar aire hacia sus pulmones con un beso frenético.

El payaso resoplará violentamente volviendo a la vida. Abrirá los ojos y verá a una sirena sonriendo jubilosa que le seca la frente y le mantiene aún sujeto con un firme pero delicado abrazo. La sirena se dirigirá a él con una suave advertencia: “¿Por qué lo has hecho, no sabes que es peligroso el contacto de los humanos con las sirenas? Tienes que mantenerte a distancia”.

Un día, una sirena mirará con complicidad a los ojos de un payaso por breves segundos antes de sumergirse para siempre en las aguas del océano.

«Sé que el tiempo lleva prisa, 

pa borrarme de la lista

pero yo le digo que…   

Qué bonita es esta vida

aunque no sea para siempre

si la vivo con mi gente

es bonita hasta la muerte, con aguardiente y tequila»

(«Esta vida», vallenato de Jorge Celedón)

video oficial  en https://www.youtube.com/watch?v=BudVsICXxF8

 

 

Eleccions a TV3: Amb tu tenim la força, Vota CCOO

Les empreses no són una organització democràtica. L’única porta per on entra la democràcia a les empreses i es trenca d’alguna manera la jerarquia és a través de l’organització dels treballadors, dels sindicats i de l’òrgan dels comitès d’empresa, com a representació unitària dels treballadors. Cada quatre anys, tots els treballadors poden votar democràticament un comitè que els representa com a interlocutor amb la direcció.

Aquest és un moment molt important. No s’hi val a passar de les eleccions. Cal votar i triar l’opció sindical preferida.

A TV3, els últims quatre anys hi ha hagut un Comitè amb una majoria ampla de CCOO que, en col·laboració i consens amb SPC i CGT, ha aconseguit amb el suport de la plantilla donar la volta als anys de plom de la pitjor direcció de la història. La direcció de Brauli Duart de l’ERO, els acomiadaments, les retallades de sou i de drets laborals, l’empresonament de companys… Només un sindicat, la Candidatura, ha estat absent dels plenaris i anant a la contra durant aquest període. Ells que només han signat un conveni, el de la retallada de sou.

Hem aconseguit signar el Conveni de la recuperació, tornar als increments de sou, recuperar la paga de 2012 i el RAV (el 5% del sou retallat) de 2013, 2014 i 2015, tornar a cobrar el 100% en cas de baixa, consolidar més de 200 promocions de llarga durada, obrir la contractació temporal, iniciar la conversió a fixos dels indefinits no fixos i iniciar el retorn a les 35 hores setmanals.

Gràcies pel vostre suport, companys.

Ara ens tocar seguir endavant. Rejovenir la plantilla amb un pla de jubilacions parcials anticipades amb contractes de relleu que acabin amb la substitució del jubilat per un nou treballador amb contracte fix, acabar d’aconseguir que tots els indefinits no fixos siguin fixos, recuperar les pagues de 2013 i 2014, el RAV de 2011 i 2012 i tota la resta de drets perduts (pla de pensions, ajut familiar).

Per això demanem renovar el vostre suport. NOMÉS AMB TU TENIM LA FORÇA. NOMÉS AMB TU VAM RESISTIR, NOMÉS AMB TU TV3 TÉ FUTUR.

Bon dia, república catalana…???

Dedicat a A. T., per tantes coses compartides i tantes polèmiques

però sempre emocionant-me i arribant-me dins del cor… i del cap

Divendres 27-O, 22 hores: Acabo d’arribar a Barcelona des de Madrid on hem anat uns quants dels Comitès d’Empresa i dels Consells  Professionals de TV3 , Catalunya Ràdio i ACN per protestar contra l’aplicació del 155 i la intervenció dels mitjans públics, que finalment queda fora del text directe de la vergonyant ocupació de la Generalitat. Arribo a casa, no vaig a Sant Jaume perquè estic molt cansat, però veig alguna gent a la plaça, la bandera espanyola monàrquica onejant al Palau i Puigdemont no surt. A les 10 tothom es dissol i se’n va a casa. Què estrany. Si quan el Barça guanya el títol menys rellevant de futbol hi ha gresca fins la matinada. No tocaria celebrar la possiblement única nit republicana amb una bona orgia de llibertat i de rauxa col·lectiva?

Dissabte 28-0, 9:37: Miro el mòbil, missatge d’A.T., la meva amiga col·lega filòsofa i sempre precisa en les frases, «Bon dia republica catalana!» exactament escrit així. M’emociono. Baixo al carrer, ni rastre de la República, és d’hora?, però van passant les hores i ningú surt en defensa de la República. Ni els generals, ni els suboficials, ni la tropa… només la meva amiga amb el seu dolç despertar republicà.

I van passant les hores. El cessament del govern es va fent més real. El dissabte més tranquil de l’últim mes a Catalunya. Sèrie: «Míster Robot», t3 ep 1, monòleg sobre les «revolucions» del segle XXI i els seus efectes. Teatre: «La calavera de Connemara», divertida comèdia negra irlandesa.

Diumenge es consuma el que començo a veure com a gran desastre. Mani espanyolista, centenars de milers per la unitat monàrquica d’Espanya. Més banderes monàrquiques al carrer que mai a la història de Catalunya. I de la República? Cap notícia.

Ara ja és evident. Les primeres hores després de la proclamació d’un estat nou són decisives. S’ha de demostrar si el «nou poder» es capaç d’imposar-se a l’antic. Doncs aquí tot a l’inrevés: l’antic domina lo nou. El més present és el poder de l’aparell estatal del Regne d’Espanya i els seus partidaris, centenars de milers de catalans, motivats i mobilitzats.

Dilluns, rendició i esperpent. Es dissol el Parlament, per tot arreu s’acata la nova administració imposada per Rajoy, els partits comencen a fer càlculs electorals per a les pròximes autonòmiques (Junqueras, mentida enèssima: «no tornarem a anar a unes eleccions autonòmiques». Sí, es clar, tu també vas dir que les empreses no marxarien de Catalunya, que només calia una resistència de 3 dies i vindria… X (Europa, Trump, Israel, el Corto Maltès) a ajudar-nos i reconèixer la República… i així tantes mentides, Oriol). I de sobte l’esperpent, l’astracanada. Mentre al plenari del Comitè de TV3 es debat com aixecar els ànims dels companys a l’assemblea i situar-nos en clau de defensa dels drets laborals, combatre un ofec econòmic de la CCMA per part de l’Estat, algú em passa el mòbil: «Mira, La Vanguardia diu que Puigdemont és a Brussel·les» Què? El capità de la nau cap a Itaca abandona la nau? I ara què? Mentrestant, els catalans que tenen feina van a la feina, els comerços  obren, les vagues es desconvoquen i s’imposa el desconcert. A l’assemblea ve poca gent, en silenci i cara de decepció i els debats van cap a afers marginals o a la defensiva. Com respondre a les agressions feixistes o com hem de rotular les aparicions de Carles Puigdemont, com si això fos important en aquests moments.

Dimarts, acte final (de moment, com a mínim per mi). Declaració indignant de Puigdemont, «hem optat per la prudència» rendició «Junqueras i altres membres del govern es queden a Catalunya» que pringuin ells? «Els funcionaris i la gent defensaran les institucions  com ho van fer l’1OCT» allà vosaltres que cadascú s’ho faci com pugui «anirem a les eleccions i acceptarem el resultat» Rajoy guanya i el poble perd.

Són mentiders, imbècils o una combinació de les dues coses? Aquest moviment republicà no es mereixia aquests dirigents. Realment van creure que l’estat monàrquic no exerciria el seu poder contra la república catalana, embrionària i feble? Si és així, són imbècils que és el pitjor que pot ser un polític. Si ho sabien i malgrat tot ens van portar a dos milions de catalans fins aquí per al final fer aquest estirabot, són uns mentiders compulsius que mereixen perdre tota credibilitat política.

I ara on som i què podem fer? En la meva opinió, som pitjor que abans de l’1 d’octubre, no hi ha govern ni Parlament, la dreta està crescuda i mai s’havien organitzat tant les forces defensores de la Constitució monàrquica del 78 a Catalunya. El fruit de no haver aconseguit disputar tant sols la direcció d’aquest moviment i que  l’hegemonia l’ha  tingut el que jo encara anomeno la dreta catalana, Convergència i una part d’ERC, la part que dirigeix el partit, aquells il·lusos i il·luminats que diuen «ni esquerres ni dretes, primer independència i després ja en parlarem». Doncs no hi ha independència, l’esquerra reculant i la dreta creixent.

Ara tothom és ja en clau electoral. Cal construir i organitzar «Catalunya en Comú», aquella confluència que ens va il·lusionar i que tot el procés i alguns errors ha fet desdibuixar. Tornem-hi amb perspectiva més enllà de la contesa electoral, amb un programa que parli de combatre la pobresa i la desigualtat, que parli de sous, sostre, pa i dignitat republicana. La lluita continua però no oblidem la força del poble ni la trista feblesa d’uns dirigents que no mereixem. Ho diu el Periódico d’avui: «President, deixi-ho estar». Ara i sempre és l’hora del poble i d’acumular forces. La república arribarà i el teu dolç despertar, amiga, tindrà la resposta de moltes veus: Bon dia, republica catalana!!

Han tancat la Rambla?

«Han tancat la Rambla,

han fet fora tothom,

han buidat els arbres

dels ocells i les flors.

 

Quina nit més trista

si no et tinc al costat !

El silenci m’envolta

per tot arreu allà on vaig.»  Jaume Sisa

«Emigrants i forasters inundaven els carrers
amb un còctel demencial de turistes amb obrers.
Obert i càlid el cor dels seus habitants,
es nodria des de sempre de tradicions ben diferents. (…)

Hi ha gitanos i jueus, i valencians i portuguesos,
andalusos i algerins, i mallorquins i aragonesos.
I unes Rambles que van plenes de fecunda humanitat,
un oasi de tolerància impossible d’amagar.»  Gato Pérez

 

Així era la Rambla de la meva adolescència. La de Sisa i Gato Pérez, la de les jornades llibertàries, la d’Ocaña, Nazario i els primers clams per la llibertat sexual. No podia ser d’altra manera a la porta del «Barri Chinu» (pronunciar així, sisplau, com ho diem els barcelonins de la part baixa i amb orgull). Ja des de primers de segle XX, la Rambla era una mena de porta de… del paradís per a alguns, un paradís artificial potser però algú ha visitat altres paradisos?… o de l’infern per a altres. La zona canalla de la ciutat.

Però cal començar pel principi. I el meu principi «rambler» va ser abans del rock laietà i la fama tristament curta del Gato. (Quina falta faries ara, Gato, el meu cronista barceloní preferit). Al principi, la Rambla va ser el meu camí de pas de casa dels meus pares al barri de la Ribera (també dit amb orgull, pronunciar R-I-B-E-R-A i no pas «Born») cap a casa dels tiets i cosins gallecs que vivien al carrer Cadena (ara Rambla del Raval). Recordo perfectament els carrers perpendiculars a Sant Pau (Junta de Comerç, Robador, Espalter, Cadena) i com els pares deien, sobretot prop de Robador: «no passeu mai sols per aquí, eh?».

Més tard, va ser el meu camí cap a l’Institut Milà i Fontanals. Allà ja, amb companys de classe, vam començar a descobrir algunes coses dels secrets del «Chinu». Recordo als meus companys i a mi mateix mirant les dones i els homes que circulaven per allà buscant-se la vida de diverses formes. La Rambla i el «Chinu» eren la meva porta a una formació que no es donava a les escoles franquistes.

Després, sí, la Rambla de Sisa i Gato Pérez, les primeres manifestacions, més estudiantils i llibertàries que no obreres. Allà vam anar a cridar «La Torna al Liceu» quan els estudiants reclamàvem la llibertat dels Joglars processats en consell de guerra. Allà vaig sentir un dia de Sant Jordi uns anarquistes cridar «Viva Comisiones Horteras» amb carxofes i pastanagues a la mà. Allà em va donar un «gris» el primer cop de porra a les cames només per ser jove i passejar per la Rambla un diumenge cap al tard a l’hora que els del PCE-i convocaven la seva mani setmanal per la llibertat dels presos. Allà vam fer recular per uns moments els «marines» ianquis d’un vaixell de la VI Flota empenyent-los al crit de «Yankees go home» cap a mar, fins que allà es van posar en formació i es va acabar la broma (el meu company Tori, d’un poble de Jaén, deia «Yanquis co-jones» en lloc de «go home»).

La Rambla va ser on aquest seductor aprenent proposava a les primeres novietes o, millor dit, «intent» de novietes, anar a passejar, amunt i avall, fins i tot alguna vegada acabant a les Golondrines camí del Rompeolas (ho sento pel traductor que em va marcant moltes paraules en vermell, però Rompeolas és Rompeolas i ho serà sempre, igual que el carrer Platería per mi no serà mai Argenteria). Doncs això camí del Rompeolas a veure fins a on podíem arribar… Eren els temps de «quedem al Zurich». El Zurich, aquell mite… no puc concebre un bar que hagi esdevingut un mite sent tan inhòspit, amb un servei pèssim, car, uff… Ho tenia tot per ser el nostre temple però no ho va ser. Els temples dels estudiants canalles de l’època eren altres. En els meus primers temps a la Universitat el nostre circuit era un bar del carrer Joaquim Costa que no recordo el nom però devia ser Casa Jaime o Alberto o Fernando, amb un menú abundós i barat, després copes a l’Almirall i cap a La Paloma, a ballar els que en sabien i encara es mantenien drets. L’Almirall, sí, aquest sí que és un mite amb fama merescuda, allà l’aprenent de seductor va aprovar alguna lliçó (i en va suspendre moltes). Quin gran lloc, Sílvia, Quim, gràcies eternes per mantenir la llegenda viva, allà vaig aprendre a estimar/odiar l’absenta. L’absenta, la beguda emblema del Chinu  i de la Rambla.

Segueixen passant anys i no em canso de la Rambla. No deserto com ho vam fer tants altres. Per a mi, la Rambla ha seguit fins ara mantenint la mateixa barreja «de turistes amb obrers» del Gato, canviant amb els temps. Ara dels obrers se’n diu treballadors, o ja ni això, professionals o emprenedors o «kellys» (las que limpian, las que curran). I els turistes són més i gairebé han guanyat la batalla, però si rasques una mica encara la Rambla té molts secrets per descobrir.

Cap als 90 va tornar a ser escenari de més aventis nocturnes. Llavors el circuit va canviar i era The Quiet Man, un pub irlandès de Nou de la Rambla, el London (no podia faltar, oi?), El Cangrejo, La Concha (magnífic local dedicat a la gran Sara Montiel) i acabava a un lloc estrafolari que tenia obert fins molt tard, el Popov, amb una olor fètida a zotal, però que servia aquelles copes que no hauries de prendre a hores molt altes de la nit. I aquella nit que… suposo que ja haurà prescrit i ho puc explicar encara que avui és força inconvenient, un servidor al volant d’un cotxe tornant d’un extraordinari concert d’Eric Clapton va creuar el carril central de la Rambla per fer un canvi de sentit, impulsat per l’efecte d’un parell d’anfetes i unes quantes copes… No em sento orgullós del fet, però va passar així.

Més tard, el 2006, un altre gran record. Amb els companys de doctorat vam decidir seguir els partits del Mundial de futbol des d’un bar prop de la Pompeu Fabra, el «Prince Barcelona». Hi havia brasilers, mexicans, xilens, una  italiana i un català i dues valencianes en el grup, ahh, i Elisa de Valladolid. Cadascú donava suport a la seva selecció però ja es veia que la italiana hi posava tot el cor i l’empenta i que allò apuntava a campions del món. Marilena ho vivia amb tanta intensitat que, cap als quarts de final, vam fer una aposta: Si Itàlia guanyava el Mundial, ens banyàvem a les fonts de Plaça Catalunya en pilotes. Només ella i jo vam mantenir l’aposta, tot i que prudentment es va afegir «en roba interior». Itàlia va guanyar aquell Mundial i tot el grup ho va celebrar com uns «tifossi» més. Vam recórrer tota la Rambla amb la Marilena a les espatlles entre el mexicà Pablo i jo. Ella convenientment guarnida amb samarreta de tirants «azzurra» i faldilleta blanca i una bandera italiana. Ens vam remullar amb cava a Canaletes, els italians gaudien d’allò més i finalment, vam acabar a les fonts de Plaça Catalunya, jo en calçotets i ella en bikini. «Visca Italia».

Podria seguir amb la nit surrealista del «faquir punkie» que en un bareto del Chinu es tallava als braços i les cames i ens llançava als espectadors agulles perquè l’imitéssim. Dono fe que la sang era real.

Però ja arribo al final… Ara la Rambla ha estat tacada de sang, no pas per un faquir punkie, sinó per uns terroristes fanàtics. Impressiona recórrer tots aquests racons que conec gairebé centímetre a centímetre, pensant en la salvatjada i veient els homenatges espontanis de la gent, «còctel de turistes i residents» (val el retoc, Gato?). I ara la Rambla és plena de policies armats. No m’agrada la policia, ja he dit que allà un policia franquista em va clavar un cop de porra a les cames. Ja no sóc el jove ingenu, l’aprenent de seductor o el «revolucionari utòpic» que aspirava a un món sense policia ni estats ni religió. Ara em conformo amb menys policia, menys estat i religió cadascú a casa seva, més llibertat i govern de la majoria, dels de baix sobre els de dalt.

Amb cadascun dels atemptats dels últims anys hem anat perdent llibertats i cedint a l’autoritarisme. Ara sembla que hi ha concursos a veure qui havia demanat més seguretat  i més policies abans del 16-A. He sentit a la ràdio un conspicu llibertari com Pepe Ribas, director de la revista Ajoblanco, exclamar-se perquè aquella tarda no hi havia policies a la cruilla de Pelai amb la Rambla. Tu quoque, Pepe?

Encara que hi hagi més policies que civils a la Rambla no es pararà un gihadisme fanatitzat amb una sòlida base a la injustícia flagrant del món que va forjar la triada del mal Reagan-Thatcher-Wojtila i va reblar la següent generació Bush-Blair-Aznar.

Mentrestant, la Rambla que segueixi viva i que els últims dinosaures puguem encara gaudir del nostre petit oasi tan artificial com els paradisos que promet el Raval (ara sí, ja és Raval) i la mar que sempre ens esperarà al final de la Rambla… o potser una flor negra?

«Al final de la Rambla me encontré con la negra flor…» Santiago Auserón, Radio Futura

 

Barcelona, 20 d’agost de 2017 (16A+4)